Cuando vamos a lanzar una página en la red, es importante que sepamos diferenciar entre diseño web y desarrollo web. En este artículo te lo explicamos con detalle.
Diseño web
El diseño web comprende todas las acciones destinadas a implementar la página. Básicamente, se refiere a la parte exterior y que es visible para todos los usuarios. Se trata, pues, de plantear cómo la web se ve desde fuera y el impacto que tiene.
Esta actividad engloba varios aspectos que has de considerar. Por ejemplo, el diseño propiamente dicho de la página, empezando por las líneas y contornos, entraría aquí. Sin embargo, también tienes que tener en cuenta otros elementos añadidos como los colores a utilizar, la estética de la página o los logotipos corporativos. Todos estos factores son fundamentales para conseguir una experiencia satisfactoria y dependerán del tipo de página o de la empresa.
Una página con un diseño deficiente será poco atractiva. Aunque la incidencia de este factor variará en función del segmento de negocio, siempre será negativa. Piensa que, para decidir si sigue en la página o no, un usuario no gasta más de 10 segundos. Aunque parezca un tópico, la primera impresión es la que cuenta.
Desarrollo web
Aunque existe una cierta confusión en incluir el desarrollo web dentro de las actividades de diseño, no es lo mismo. Son cuestiones independientes y así hay que tratarlas.
El desarrollo web, para explicarlo coloquialmente, trata la trastienda de la página. Por ejemplo, la gestión interna de las bases de datos, el correo electrónico, la gestión de contenidos o las plataformas de ecommerce entrarían dentro de esta categoría. Por ejemplo, si tienes que determinar qué secciones vas a incluir, eso entraría dentro de lo que es desarrollo web. Dicho de otra forma, el desarrollo web se encarga de ejecutar las funcionalidades. Tanto para el usuario como para el administrador, esta área es imprescindible.
Por lo tanto, para conseguir que una página web sea exitosa es fundamental este aspecto. Un desarrollo web deficiente hace que la página sea inoperativa, con el consecuente perjuicio para la empresa. Un ecommerce en el que no funcione bien la plataforma de pagos es inviable.
Conclusión
La elaboración de una página web es un aspecto más del marketing digital. Si se quiere vender un producto o servicio, nuestra presencia cibernética es la tarjeta de presentación. Por eso es tan importante cuidarla, que tenga una imagen atractiva y, sobre todo, que resulte funcional. Pedir ayuda profesional puede ser una buena opción para sacar el máximo partido. Eso sí, es recomendable que, a la hora de dar el paso, cuentes con una compañía especializada en el sector.
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